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R077 - Comunicación No violenta, con Dani Muxi

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La mayoría de problemas que enfrentan las organizaciones tienen que ver con la mala comunicación. Comunicación entre silos, entre equipos o dentro de los propios equipos, interpersonal, e incluso de la propia empresa con su mercado, sus clientes. No siempre sabemos comunicarnos como queremos. La distancia entre emisor y receptor, más que una línea recta, suele ser un laberinto de filtros, interpretaciones, asunciones y sesgos. ¿Es posible mejorar realmente nuestra capacidad de comunicar? ¿Hasta qué punto es algo innato? ¿Se puede ganar? ¿Efectividad y eficiencia? ¿Podemos mejorar nuestra influencia? Hoy charlamos con Dani Muxi, formador en comunicación no violenta.

R077 - Comunicación No violenta, con Dani Muxi

¿Qué es para ti el mundo real?

Es tentador irme a lo metafísico, pero para mí, el mundo real son mis relaciones. Podría hablar de percepciones y de lo que interpretamos, pero al final lo que vivo son mis conexiones con los demás y conmigo mismo. Paso el día entero en relación: conmigo, con la gente que me rodea, con la información que consumo. Por ejemplo, cuando hay un conflicto o una catástrofe en otra parte del mundo, si no tengo relación con nadie de allí, solo puedo gestionar mi propia reacción. Pero en cuanto conozco a alguien que está afectado, de repente se vuelve real, porque me involucra emocionalmente. Lo real es lo que nos conecta.

Lo real son mis relaciones: conmigo mismo y con los demás. Es ahí donde ocurre la vida.

¿Qué es la Comunicación No Violenta?

La Comunicación No Violenta (CNV) es el trabajo de Marshall Rosenberg, un psicólogo que en los años 60 investigó qué hacía que algunas personas se inclinaran hacia la violencia y otras hacia la compasión. Descubrió que no era solo un problema individual, sino algo estructural, en cómo aprendemos a pensar y comunicarnos desde pequeños.

Su propuesta es un proceso que nos ayuda a cambiar nuestra forma de ver el mundo y expresarnos para fomentar la empatía y la conexión. Es un "autolavado de cerebro" que nos ayuda a liberarnos de los mecanismos de dominación y juicio con los que hemos crecido: lo correcto y lo incorrecto, el castigo y la recompensa. La CNV no trata de ser indulgente o condescendiente, sino de generar un lenguaje que nos ayude a vivir mejor, a nosotros y a los demás.

La Comunicación No Violenta no trata de ser indulgente, sino de generar un lenguaje que nos ayude a vivir mejor, a nosotros y a los demás.

¿Cómo define la CNV la violencia?

Para Marshall Rosenberg, la violencia es cualquier forma de comunicación que nos desconecta de nuestra compasión natural. No se trata solo de agresión física o verbal, sino de cómo usamos el lenguaje para imponer, manipular o rechazar al otro.

Rosenberg nunca estuvo satisfecho con el nombre "Comunicación No Violenta" porque "no violencia" es un término negativo, cuando en realidad el concepto original, basado en la palabra sánscrita Ahimsa, significa "el deseo de no herir". La CNV no solo evita el daño, sino que busca fomentar la conexión y el entendimiento.

En la práctica, esto significa que incluso el deseo de cambiar a otra persona puede ser una forma de violencia si no proviene de una genuina preocupación por su bienestar. Antes de intentar corregir a alguien, la CNV nos invita a entender qué necesidad está intentando satisfacer con su comportamiento.

Cuando juzgas a alguien que está juzgando, entras en el mismo juego. La clave es reconocerlo y salir de ahí.

¿Por qué dices que la CNV es un proceso?

Porque implica una transformación continua de cómo nos comunicamos y pensamos. Rosenberg estructuró la CNV en un proceso con cuatro componentes básicos:

  1. Observación vs. Evaluación: Aprender a describir los hechos sin añadir juicios o interpretaciones.
  2. Identificar Sentimientos: Reconocer nuestras emociones sin culpar a los demás.
  3. Descubrir Necesidades: Entender qué necesidad hay detrás de nuestros sentimientos.
  4. Hacer Peticiones, no Exigencias: Formular solicitudes que abran diálogo en lugar de imponer nuestra voluntad.

Esto no es un método rígido, sino un entrenamiento continuo. La clave es aprender a detectar cuándo estamos reaccionando automáticamente con juicios o exigencias, y redirigir nuestra comunicación hacia algo que genere más conexión.

El trabajo con la reactividad es continuo. Nunca desaparece del todo, pero podemos aprender a manejarla mejor.

¿Cómo entrenamos la Comunicación No Violenta?

La mejor manera de entrenar es en comunidad, con grupos de práctica donde podamos experimentar y recibir feedback sin miedo. Se puede empezar con libros, podcasts y talleres, pero lo más importante es la práctica constante.

Roxy Manning, una formadora de CNV, dice que los primeros dos años de aprendizaje deberían ser solo para uno mismo, sin intentar "enseñar" a los demás. Primero hay que aprender a observar nuestros propios juicios y reacciones antes de intentar aplicarlo en nuestras relaciones.

En un entorno laboral, la CNV también requiere un proceso de adaptación. No es lo mismo aprenderlo por elección propia que asistir a un workshop corporativo obligatorio. Si se percibe como un marco impuesto, puede generar resistencia. La clave está en aplicarlo con autenticidad, no como una técnica prefabricada para manipular la comunicación.

La CNV no es un simple método de comunicación, es una manera de estar en el mundo

Transformar nuestra forma de comunicar puede transformar nuestras relaciones y en consiguiente nuestra vida. Resolver conflictos desde la empatía y el entendimiento mutuo. Un buen objetivo para un mundo cada vez más polarizado, cada vez más reaccionario y en cierta forma más hostil.

21 Feb. 2025

Carlos Iglesias

CEO en Runroom | Director Académico en Esade | Co-founder en Stooa | Podcaster en Realworld

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