Del backlog al impacto: Aprende a alinear tu producto digital con los objetivos de negocio Del backlog al impacto: Aprende a alinear tu producto digital con los objetivos de negocio
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Del backlog al impacto: Aprende a alinear tu producto digital con los objetivos de negocio

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En el trabajo diario de los equipos de producto, no es raro enfrentarse a solicitudes específicas que parecen soluciones listas para implementar. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando estas peticiones no están alineadas con una estrategia clara o con los objetivos del negocio? Este artículo aborda cómo pasar de ejecutar lo urgente a construir lo importante. Exploraremos las barreras que dificultan este cambio, los elementos clave para cultivar un enfoque estratégico y un ejemplo práctico que demuestra cómo generar impacto desde el producto. Además, reflexionaremos sobre cómo convertir estas prácticas en un hábito organizacional.

Los datos subrayan la importancia de cultivar una cultura organizacional donde la estrategia no sea la excepción, sino la norma.

En el dinámico mundo del desarrollo de productos digitales, la falta de alineación estratégica puede tener consecuencias significativas. Un estudio reciente revela que aproximadamente el 97% de los empleados cree que la desalineación dentro de un equipo afecta negativamente los resultados de las tareas o proyectos.

Fuente Adaptavist

Además, se estima que un 67% de las empresas fracasan en la ejecución de su plan estratégico, a menudo debido a una falta de alineación interna donde los empleados no tienen claras sus funciones o no comprenden el propósito de sus tareas.

Fuente Strategic Platform

 

Un ejemplo cotidiano

Imagina que tu equipo recibe esta solicitud de un stakeholder: “Necesitamos incluir recompensas para las personas usuarias de la app”. El equipo se pone manos a la obra, pero algo no encaja del todo. ¿Es esta realmente la solución al problema de negocio? ¿Qué impacto esperamos generar con esta funcionalidad?

🔑 Claves para un enfoque estratégico:

  1. La responsabilidad es compartida: El equipo de producto y los stakeholders y partes implicadas (eso es cualquier persona involucrada en el producto, quienes hacen las peticiones...) deben colaborar activamente para alinear prioridades y decisiones estratégicas.
  2. Una cultura organizacional estratégica: Es necesario fomentar conversaciones estratégicas de forma constante y fluida.
  3. Visión integral: No se trata solo de ejecutar tareas, sino de dialogar, alinear y construir desde una perspectiva estratégica.

Iniciar conversaciones estratégicas: las barreras más comunes

Identificar las barreras que impiden conectar lo táctico con lo estratégico es el primer paso para desbloquear el potencial de un equipo. Algunas de las más habituales son:

  1. Falta de claridad en la pregunta clave: Los equipos se enfocan en el “¿qué hacer?” en lugar de preguntarse “¿qué impacto queremos lograr?”.

  2. Carencia de herramientas y lenguaje común: Los equipos de producto no siempre cuentan con los recursos necesarios para abordar cuestiones estratégicas, y las partes interesadas suelen tener dificultades para traducir sus necesidades en términos accionables.
  3. Ausencia de tiempo para reflexionar: En entornos donde prima la entrega urgente, la ejecución rápida suele priorizarse sobre la reflexión estratégica.
  4. Desconexión entre visión y ejecución: Sin conversaciones estratégicas recurrentes, las soluciones pueden resultar insuficientes o no abordar el problema real.

¿Cómo abrir la conversación estratégica?

Para fomentar estas conversaciones, son necesarios tres elementos clave:

  1. Autonomía para detenerse y cuestionar:
    Los equipos necesitan sentirse respaldados para pedir una pausa estratégica. Esto requiere un entorno de confianza donde puedan cuestionar peticiones y decisiones de manera constructiva.
    Ejemplo:  Durante la planificación de la nueva funcionalidad solicitada, el equipo identifica que las tareas están basadas en el supuesto de que el usuario quiere recompensas, sin un análisis claro del problema de negocio. Así que solicita al stakeholder que amplíe la información.
  2. Stakeholders responsivos:
    La apertura y disposición de las partes interesadas para escuchar y colaborar activamente es esencial. Ser responsivo significa no solo estar disponible, sino también responder con agilidad y claridad.
    Ejemplo: En lugar de insistir en la implementación inmediata, el stakeholder escucha las inquietudes del equipo y organiza una reunión para compartir contexto y discutir el problema identificado.
  3. Herramientas para guiar el diálogo: 
    Contar con herramientas que estructuren el diálogo ayuda a roles tácticos y estratégicos a encontrar un lenguaje común.
    Ejemplo: El equipo organiza la sesión utilizando el Lean Strategy Canvas. En lugar de centrarse solo en “añadir recompensas”, hablan sobre los objetivos estratégicos, los obstáculos y las métricas clave. En lugar de conversar sobre qué hacer, tratan el porqué y el para qué.

En este punto, todas las personas involucradas en el producto tienen una visión estratégica clara y compartida sobre el contexto y los objetivos que había tras las solicitud inicial, lo que permitirá tomar decisiones alineadas y enfocadas en el impacto real. Este enfoque evita desperdiciar recursos en soluciones que no resuelven el problema de fondo; ahorra tiempo y esfuerzo al priorizar acciones realmente valiosas para el negocio.

Del análisis al impacto: El rol del equipo de producto

El siguiente paso es transformar esa estrategia en acciones concretas, alineadas con un marco claro y diseñadas para generar un impacto real. Para ello, es fundamental proporcionar al equipo un contexto favorable que impulse su éxito. En esta fase del proceso, seguir dotando al equipo de herramientas efectivas es clave para garantizar resultados alineados con los objetivos estratégicos. Uno de los mejores recursos que ayudan a este fin es el Lean Product Canvas. 

Ejemplo práctico:

El equipo decide utilizar el Lean Product Canvas para pasar de la visión estratégica al impacto. Lo primero que hace es definir el Business Problem Statement: “Nuestra app fue diseñada para fomentar compras recurrentes, pero actualmente menos del 20% de los usuarios activos interactúan con ella más de una vez al mes. Este bajo nivel de interacción ha contribuido a una disminución del X% en la recurrencia de compras y una desviación de Y% respecto a los ingresos proyectados para el último trimestre. Necesitamos identificar e implementar ajustes en nuestra estrategia para aumentar la frecuencia de uso mensual a al menos un 30% de usuarios activos dentro de los próximos 6 meses, lo que contribuiría a mejorar la recurrencia y los ingresos.”.

Con este problema de negocio en mente, el equipo identifica el cambio de comportamiento que necesitan generar en los usuarios: aumentar la frecuencia con la que acceden a la app. Gracias a esta claridad, pueden ponerse manos a la obra y paso a paso van avanzando por el canvas hacia la toma de decisiones:

👨🏻‍🦱 Tipos clave de usuarios identificados:

  • Compradores frecuentes.
  • Nuevos usuarios que no regresan.

😍 Aspectos más importantes para estos usuarios:

  • Ahorrar tiempo en las compras.
  • Recibir recomendaciones personalizadas.
  • Ganar confianza en la app.

💡 Soluciones propuestas:

  1. Notificaciones personalizadas.
  2. Mejorar la navegación para facilitar compras rápidas.
  3. Ofrecer ofertas exclusivas disponibles solo a través de la app.

❓ Preguntas clave a resolver:

  • ¿Responden los usuarios a las notificaciones personalizadas?
  • ¿Qué barreras técnicas o de experiencia dificultan el uso recurrente de la app?

🛠️ Plan de trabajo:

  • Mejoras inmediatas en la usabilidad de la app: Acciones implementables sin validaciones adicionales.
  • Aprendizaje contínuo: prototipo de notificaciones personalizadas y obtención de feedback directo tanto del prototipo como de la app actual.
  • Medir y responder: Usar tanto el prototipo como la app actual para recoger insights y refinar las soluciones basándose en los resultados obtenidos.

Como podemos ver, el equipo ha llegado a la conclusión de que simplemente añadir una funcionalidad de recompensas no sería la solución más adecuada para alcanzar el impacto buscado. Tras un análisis más estratégico, han identificado una versión refinada de esa idea: ofrecer ofertas exclusivas disponibles solo desde la app. Esta solución no solo está alineada con el objetivo de aumentar la frecuencia de uso, sino que también responde mejor a las necesidades de los usuarios y permite medir de forma clara su efectividad.

¿Y la urgencia del día a día?

El cambio no puede depender de unas pocas personas; para ser efectivo, debe ser impulsado por toda la organización. Fomentar una cultura orientada al impacto estratégico no significa ignorar las urgencias, sino integrarlas dentro de un marco que permita avanzar con agilidad y propósito. Cuando esta mentalidad se extiende de forma transversal, las conversaciones estratégicas dejan de ser la excepción y se convierten en parte del ADN organizacional, acelerando el camino hacia soluciones más efectivas.

Construyendo una cultura estratégica: El próximo paso

El cambio ocurre cuando la estrategia se convierte en hábito y no en la excepción. Esto requiere compromiso colectivo, herramientas adecuadas y un entorno que fomente el diálogo. Cuando equipos y stakeholders están alineados bajo una visión compartida, las organizaciones dejan de entregar funcionalidades aisladas y comienzan a construir productos que generan impacto real, alineados con objetivos estratégicos y centrados en las personas usuarias.

¿Está tu equipo realmente construyendo productos que generan impacto estratégico, o solo cumpliendo con las solicitudes del día a día?

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20 Jan. 2025

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Head of Experience Research en Runroom, CX Researcher en Stooa, investigadora y consultora en Experiencia de Cliente y Negocio Digital.

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