¿La automatización nos hace más creativos?

El diseño es creatividad, pero cuando el volumen de trabajo se impone, el proceso de producción se traduce en una secuencia de tareas tediosas y repetitivas, en las que además nos vemos constantemente interrumpidxs por los cambios demandados por el cliente y en donde hay más cabida para los errores. Todo esto estaba repercutiendo en el equipo, que frecuentemente se veía afectado por el desánimo y la frustración, no sólo por tener la sensación de ir a contra reloj constantemente, sino porque no encontrábamos la oportunidad de trabajar desde la ideación y la creatividad que alimenta esta disciplina. 

Además, trabajando de este modo los proyectos se hacen muy dependientes de lxs diseñadorxs, lo que hace más difícil la sustitución o el intercambio de los integrantes dentro de los equipos, y, a su vez, también se crea dependencia del cliente y de sus demandas, sin tener margen para tomar la iniciativa del proyecto, para innovar y para adelantarse a sus necesidades. 

La respuesta a esta pregunta es obviamente no; no todos los proyectos son automatizables ni tampoco todas las tareas. Cada proyecto es un mundo, pero según nuestra experiencia los que más potencial de automatización tienen son aquellos que: 

• Están basados en un fee mensual. 

• Implican entregas constantes de material.

• Se trabajan con poco margen de tiempo, por tanto, también con poco margen de error. 

• Tienen poco margen de rentabilidad. 

En cuanto a procesos, los candidatos perfectos para ser automatizados son las tareas recurrentes y repetitivas como cambiar copies, recortar imágenes, reorganizar layouts tras actualizar contenidos o reutilizar componentes de una interfaz.

En Runroom apostamos por el Design Automation y estos son todos los beneficios que obtenemos con su aplicación: 

• El proceso de creación se estandariza y hace que todas las personas del equipo lo conozcan. Esto hace que no se bloqueen las tareas si alguien no tiene disponibilidad porque cualquiera puede asumirlas sin que haya retrasos ni se resienta la calidad del trabajo. 

• Se gana velocidad y se ahorra tiempo, por tanto, aumenta la productividad. 

• El tiempo que se recupera puede ser invertido en la búsqueda de referencias, de tendencias y nuevas herramientas, así como en la ideación y creación de nuevas propuestas de diseño. Todo esto es valor añadido para el proyecto, pero también para el equipo, que amplía conocimientos más allá de sus tareas diarias. 

• Siguiendo la línea del punto anterior, el equipo se siente motivado al ver que puede aportar y seguir creciendo profesionalmente. 

• Trabajar con más velocidad puede generar más errores, pero aplicando la automatización, las probabilidades de error se reducen. Esto tiene un efecto directo en el tiempo empleado, ya que no hay necesidad de aplicar cambios constantemente. Otro de los efectos es que lxs diseñadorxs ganan confianza y seguridad en cada entrega. 

• El cliente se siente satisfecho con el material que va recibiendo, posicionándonos a sus ojos como expertos y depositando más confianza en nosotros, dejándonos hacer con más libertad. Además, nos permite llevar la iniciativa, sin limitarnos a cumplir indicaciones, y presentar así propuestas que ayuden a fidelizar al cliente, garantizando la continuidad de los proyectos y/o propiciando otros nuevos.

• Como decíamos en el punto anterior, cada proyecto es un mundo, pero la experiencia automatizando procesos hace posible la escalabilidad a otros proyectos.

La automatización, sea cual sea la disciplina en la que se aplique, tiene un efecto transformador en el funcionamiento de equipos y organizaciones. En el mundo del marketing, como hemos visto, puede ser determinante para realizar entregas hasta cuatro veces más rápido, reducir los errores a cero, optimizar procesos y fidelizar al cliente, tal y como hemos comprobado en Runroom. 

Al margen de los mecanismos que desarrollamos internamente, cada vez son más las herramientas en abierto que van en la línea de la automatización. Es el caso de Midjourney, un programa de inteligencia artificial con el cual lxs usuarixs pueden crear imágenes a partir de una descripción textual, en la misma línea que DALL·E 2. 

Abordando otra faceta del marketing, la de los contenidos, ChatGPT puede crear textos, responder a preguntas y mantener conversaciones. Además de este sistema están surgiendo otras opciones de IA más enfocadas a tareas específicas como Jasper, capaz de crear textos partiendo de la intención de búsqueda de lxs usuarios, Copy.ai que crea textos e incorpora plantillas y estilos narrativos, o Copymatic, más especializada en los idiomas. 

Sin embargo, abusar de la sistematización y de la inteligencia artificial también tiene sus riesgos; por un lado está el coste del desarrollo, que es muy elevado, el impacto en el empleo, y, a nivel de creación de contenidos, el posible sesgo y la falta de neutralidad que podría invadir los textos sin una supervisión humana. Además, si se generaliza el uso de estos sistemas para la redacción de textos, es posible que se creen categorías de contenidos: los de primera, elaborados por personas, y los de segunda, redactados por IA, más baratos y rápidos, pero con mayor riesgo de contener errores. Con esta idea presente, OpenAI, la compañía que hay detrás de ChatGPT, ya ha sacado una herramienta para detectar textos escritos por inteligencias artificiales. 

Como ves en Runroom nos apasiona el diseño, la tecnología y la innovación, y nunca nos cansamos de aprender, aplicar e iterar, por eso esperamos que te haya gustado conocer nuestra experiencia con el Design Automation. Si te apetece seguir ahondando en el tema de la inteligencia artificial, no te pierdas el episodio 042 de Realworld en el que Frankie Carrero, Head of Product en Doofinder, conductor del podcast Pensamiento Digital, profesor e inversor, comparte experiencias y conocimientos con nosotrxs.

Apoyándonos en Figma y en sus posibilidades, en Runroom pudimos sistematizar nuestra producción de piezas para proyectos y campañas de marketing, principalmente banners, landings y newsletters. El resultado fue tan positivo que compartimos nuestra experiencia en una charla con Friends of Figma en la que explicamos cómo a través de del uso de componentes, estilos y autolayout, todas funcionalidades de Figma, logramos generar plantillas flexibles que nos permitían abordar un gran volumen de peticiones reduciendo el time to market.

También contamos cómo aprovechamos el uso de plugins como Google Sheet Sync para integrar los spreadsheets donde las copywriters añadían los contenidos y así poder actualizarlos de forma automática en Figma. Esto redujo los errores a 0 en los copies y mejoró la colaboración entre roles.

Te dejamos aquí la charla para que conozcas mejor los detalles de nuestra aplicación del Design Automation y tres casos reales. Además, compartimos un playground donde automatizamos un proyecto desde cero en directo, algo que os servirá muchísimo para implementarlo en vuestros trabajos desde el mismo instante en el que acabéis de ver el vídeo.